El Mundo. Suplemento Su vivienda. 29/06/07, número 498. Una situación diferente requiere estrategias nuevas
http://www.elmundo.es/suplementos/suvivienda/2007/498/1183068030.html
Tras una década de bonanza el sector inmobiliario empieza a mostrar signos de agotamiento. Prueba de ello es que el Banco de España, en su Boletín de coyuntura de marzo, señalaba el proceso de endurecimiento de los criterios de aprobación de nuevos préstamos para la adquisición de viviendas.
Los profesionales del sector reunidos en el Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA'07) han apostado por la necesidad de afrontar el nuevo escenario con estrategias basadas en la diversificación, la búsqueda de nuevos nichos de mercado, la internacionalización y la responsabilidad social corporativa (RSC). Sí, han oído bien, la responsabilidad social fue señalada por la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima) como una de las tendencias que protagonizará la actividad del sector. La responsabilidad social, a diferencia de los modelos de filantropía empresarial tradicionales, incentiva la adopción de buenas prácticas a lo largo de la cadena de valor (I+D+i, aprovisionamiento, producción, distribución y servicio postventa) que redunden en la calidad de las relaciones de la empresa con sus grupos de interés (accionistas, empleados, proveedores, medio ambiente, comunidad, etcétera). Ello supone el reconocimiento de que ante una situación radicalmente diferente, diferentes habrán de ser las estrategias.
Porque además, otro riesgo amenaza al sector. Su crecimiento ha sido inversamente proporcional al empeoramiento de la percepción que sobre él tiene la opinión pública, como muestran los datos de Transparencia Internacional en el Informe Global sobre la Corrupción 2006, que ha llevado a rebajar la posición de España en el ranking mundial de transparencia por la corrupción urbanística. Durante el SIMA, el consejero de una conocida promotora hizo referencia a la mala imagen que el sector tiene en la sociedad y en los medios, y reflexionó sobre la necesidad de invertir en campañas de comunicación para cambiarla.
Cabe preguntarse cómo va a abordar el sector esta crisis de credibilidad, si como una amenaza o como una oportunidad. Ante el cambio de ciclo sólo cabe aterrizar como se pueda o incorporar una actitud responsable que promueva un modelo urbanístico sostenible. La mala imagen del sector no puede remediarse sólo mediante campañas de comunicación: es preciso que las empresas adopten una cultura en la que existan mecanismos de autorregulación y transparencia que les permitan recuperar su función social para hacer efectivo el derecho de los ciudadanos a disfrutar de una vivienda. Para ello la corresponsabilidad es clave, de las empresas, de las administraciones y de los consumidores.
Eva Ramos Pérez-Torreblanca es directora del Programa de Responsabilidad Social Empresarial de la Fundación Ecología y Desarrollo.
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